Conclusiones Generales

La inclusión es un tema esencial para lograr el desarrollo de un país, es por eso que Valor México se ha ocupado en identificar el nivel de inclusión económica que existe en cada una de las entidades federativas, de esta forma nació el Índice de Desarrollo Inclusivo (IDI), el cual tiene como base la metodología que implementa el Foro Económico Mundial,para generar el Índice de Desarrollo Inclusivo. En este tenor, se elaboró el análisis de diversas variables económicas, sociales y empresariales, aglutinadas en nuevepilares que reflejan temas específicos que necesitan atención inmediata.

Según la medición y la metodología utilizada, el estado que tenga plena inclusión habría de obtener un puntaje de 100 por ciento, sin embargo, la entidad con mayor puntuación apenas obtuvo 62 por ciento. Esto es reflejo de la necesidad de las entidades para acoplarse a las nuevas demandas de la población, para así disminuir las desigualdades de la población y lograr un desarrollo más incluyente.

Los pilares que mostraron las ponderaciones más bajas fueron Inclusión Financiera,así como Desempeño Fiscal y Transferencias, ambos son congruentes con el comportamiento de México en comparación con otros países, según las publicaciones del WEF. Ahora bien, gracias a la información analizada se tiene un panorama específico sobre los aspectos en los cuales las entidades están quedando rezagadas, no sólo en comparación con sus símiles naciones, sino con estándares internacionales.

Finalmente, aunque en materia de inclusión económica dejan mucho que desear los resultados que presenta el país, vale la pena reconocer el esfuerzo que hacen algunas entidades federativas para mejorar la calidad de vida de su población, nuestro reconocimiento a aquellas entidades que obtuvieron el mayor puntaje en el Índice de Desarrollo Inclusivo: Colima, Querétaro, Aguascalientes, Yucatán y la Ciudad de México,para quienes no lo hicieron, nuestra mayor aspiración es despertar el interés para generar políticas públicas que les permitan retomar la senda del desarrollo, y al mismo tiempo, catalizarlo hacia un bienestar más equitativo entre sus ciudadanos.